Los diferentes tipos de suelo y su limpieza

El suelo es la parte más sufrida de una casa o una oficina. Saber limpiarlo adecuadamente es fundamental para garantizar su durabilidad en el tiempo. Cada tipo de suelo es distinto y requiere productos distintos; no tener esto en cuenta puede acelerar la aparición de desperfectos. En este artículo te contamos cómo limpiar adecuadamente los diferentes tipos de suelo.

Parqué y suelos de madera: huye de la humedad

Los suelos de madera y sus derivados son los más delicados a la hora del mantenimiento y la limpieza. Debido a su alta capacidad de absorción, la humedad es la peor enemiga del parqué y los suelos laminados. Aparte de tratar siempre de mantener fuentes de humedad lejos del suelo, es a la hora de fregar cuando hay que tener un especial cuidado.

Para fregar un suelo de madera y derivados, conviene utilizar siempre un producto específico para este tipo de superficies, ya que un jabón cualquiera podría estropearlas. Por otro lado, es importante escurrir bien la fregona antes de pasarla por el suelo. El agua sobrante sería absorbida por la madera, provocando fisuras y deformaciones en el material.

La humedad es el peor enemigo de los suelos de madera y derivados.

A la hora de limpiar el polvo acumulado en un suelo de madera, es mejor evitar escobas y cepillos, ya que podrían dañar o rayar el mismo. Lo más recomendable es recurrir al aspirador, o en todo caso a la mopa.

Suelos cerámicos: blanqueamiento de juntas una vez al año

Los suelos cerámicos, a diferencia de los de madera, son de fácil mantenimiento. Son muy resistentes a la abrasión y aceptan cualquier tipo de limpieza. El único punto débil de este tipo de superficies con las juntas: conviene blanquearlas cada cierto tiempo.

Los suelos cerámicos son frecuentes en cocinas, baños y casas situadas en la costa.

Suelos de vinilo

Los suelos de vinilo son económicos, vistosos y muy fáciles de instalar, pero es necesario limpiarlos correctamente para que mantengan su brillo original el mayor tiempo posible.

Como sucede con los suelos de madera, son ligeramente vulnerables ante la abrasión. Es por esto que es recomendable limpiar el polvo y posibles restos del exterior de la casa con frecuencia, pasando el aspirador o una mopa por toda la superficie, mejor que una escoba. Para fregar se debe utilizar un producto específico para suelos vinílicos, y es importante escurrir bien el agua, una vez más, porque el exceso de humedad podría dañar el pegamento debajo de la superficie. También hay que evitar siempre limpiadores abrasivos a base de amoníaco o lejía.

Moquetas: rapidez ante las manchas

Debido a su naturaleza, el suelo de moqueta es un blanco fácil para cualquier tipo de mancha.

Es muy recomendable pasar la aspiradora regularmente, ya que es fácil que se acumule polvo y restos de suciedad. Ante una mancha más compleja, como las manchas de vino o salsas, conviene tratar de limpiarla al momento, ya que cuanto más húmeda menos costoso resultará. A la hora de limpiar una mancha de este tipo, es importante conocer el material con el que está confeccionada la moqueta del suelo (lana, fibras vegetales, etc.), para saber qué producto es recomendable aplicar sobre el suelo y cuál no.

Los cuidados de un suelo de moqueta son muy similares a los de las alfombras.

 

Mantener el aspecto del suelo de nuestras casas como desde el primer día no es difícil, pero requiere constancia y conocer los cuidados específicos de cada tipo de superficie. En Aldaba Centro Especial Empleo tratamos a diario con todo tipo de suelos, y sabemos qué producto utilizar en cada ocasión. Consulta nuestros servicios y no dudes en contar con nosotros.

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